Un poco sobre mi


    Resultaría difícil entender un blog de viajes en el que alguien parece moverse sin parar de un país a otro, formando un bucle sin fin. Sería difícil si antes no explicara un poco acerca de qué mareas me trajeron a estas playas. En este caso sería "de qué lodos vienen estos polvos"

        Mucha de mi historia es pública y está por encima del "hasta aquí puedo leer" que decían en un programa de televisión y que parecen decir los escotes de los vestidos en nochevieja. Así que vamos allá:

    Empezaré por los titulares, como en las películas; que empiezan mostrando un asesinato o un hecho incomprensible que ocurre al final de la historia. En mi caso bien podría ser el siguiente: 









        No sabría muy bien por donde empezar a contar, así que me iré al 2004, cuando andaba yo por mis tiernos 35. Ya llevaba 12 años en banca.
       Al principio le había encontrado su puntito, sentía una especie de escalofríos de emoción cuando tenía que atender a los clientes, me esforzaba en ayudarles y hacía míos sus problemas, todo era nuevo y quedaba muchísimo por aprender. Pero eso solo fue los primeros años.
        Muchos años después el trabajo resultaba en el mejor de los casos aburridísimo. Cada día era un calco del anterior, eternamente repetido. Mi personal "Día de la marmota". Aunque podía ser peor, las presiones comerciales eran cada vez mayores. Constantemente había que "colocar" a todo el que se moviera seguros y productos que yo jamás contrataría. 




   


   Por lo demás me había comprado un apartamento, afortunadamente antes de que se hinchara la burbuja inmobiliaria, y como todo currante vivía con mi hipoteca a cuestas. También había tenido alguna novia. Una vez, allá a los 30, cerca estuvo de llegar la sangre al río, pero los dados no salieron así, la Diosa Fortuna tenía otros planes. 


 ! Y cuanto que me alegro! Gracias a eso tengo un blog de viajes y no uno de cocina! Aunque en realidad lo único que hubiera cambiado es que, visto cómo se las gastaba, y como tantos de mis amigos, ahora estaría divorciado en lugar de soltero. O debe decirse "solterón" a partir de los 40?




  POR QUÉ NO PEDIRME UNA EXCEDENCIA?

      Vuelvo al 2004, que me estaba dispersando como un abuelo Cebolleta. Ese año me pasaron muchas cosas. Hice mi primer viaje a Tailandia, trabajando como profesor de inglés para la ONG "Greenway". Allí conocí al mal logrado Juanjo de Tailandia. Y sobre todo conocí a José Luis Gay. Poco después descubrí el Camino de Santiago. 
    
         Estas experiencias, entre otras, alimentaban mi eterna inquietud. El mundo era una enorme piedra redonda, llena de lugares fascinantes que descubrir y personas interesantes que conocer. La vida era corta y única, no hay nada después. Quería llenarme de aventuras y experiencias, visitar muchos lugares, conocer otras vidas, otros "días de la marmota" diferentes al mío. 

          Pero también tenía que pagar la hipoteca, que guardar mi empleo. Ojalá mi trabajo hubiera sido más flexible. Si hubiera podido trabajar 6 meses al año y pasarme viajando los otros 6 hubiera sido el más feliz del mundo. Pero me pasaba con el trabajo como con la novia. O todo o nada. O era el padre de sus hijos y me volcaba en ella o no era ni para tomarse un café conmigo años después. 

    Así empecé a fraguar la idea de pedir una excedencia, la opción era todo un caramelo, pero también tenía muchos riesgos. Es un momento muy vulnerable en el que te pueden echar a la calle facilmente. Pasé rumiándome este dilema unos cuantos años, sin acabar de decidirme, pues era mucho el miedo que tenía a perder la fuente de mis ingresos. 




 LA EXCEDENCIA


           Hasta que llegó el momento. Un Septiembre, el del 2007, hasta del cielo me caían las señales. Todas ellas me decían: Salta, valiente!. Cambios de compañeros en la oficina que no me hacían nada feliz,  Oportunidad de alquilar mi apartamento, oportunidad de trabajo voluntario en Camboya, la chica con la que iba que me deja... 

         Cuando dí el paso se fueron mis miedos, creo que cuando salí del despacho del jefe después de entregarle la carta fue el momento más feliz de mi vida. Fue como si se abriera el cielo, era dueño de un par de años y del dinero necesario! Iba a comerme el mundo!

        Y me lo comí!. Trabajé de nuevo como profesor de inglés en una aldea de Camboya, viviendo con una familia local en una choza, sin electricidad, sin agua... trabajé con otra ONG en Vietnam, donde estábamos hacinados unos 40 voluntarios. Viajé por Tailandia, por China... 
    
         Andé el Camino de Santiago desde Le Puy en Velay, cerca de Suiza, y allí me pasó un poco de todo. Junto a Naranjito y alguno más viajamos en el transiberiano, cruzamos Rusia, Mongolia, China...  y directo me fui a Laos. Allí trabajé con Dentistas sin Límite, una fantástica experiencia. Viajábamos cada semana a un poblado a apañar los piños a todos. Yo era el recepcionista.

        Esta novia, que me había dejado, por entonces volvió conmigo. Juntos fuimos a Marruecos, y también a Inglaterra. Más tarde me dejaría otra vez, pero luego volveríamos y...

        En Londres compré un RTW, "round the world ticket". El precio es muy razonable, me costó 2.400 euros. Consiste en que puedes coger todos los vuelos que quieras y cuando quieras siempre que:
- Vayas siempre o hacia el oeste o hacia el este, con solo un par de excepciones dentro de un mismo continente.
- Acabes donde empiezas ( Londres)
- Te tomes como máximo 12 meses

        Allá que me fui !!!  De Londres a Nueva York, luego a Jamaica, a pasar miedo. De ahí a Costa Rica y luego a San Francisco. Allí tuve la gran suerte de conocer a Valeria y lo pasamos en grande. Luego Hawai, Tokio, Singapur, Phuket, la siempre intensa India, Helsinki...  fantástica la estancia con Ana en Israel, Jerusalem, Cisjordania y Egipto

    VOLVER

          Me pasó con mi trabajo lo que a Heráclito con su río eso de que:"No se puede volver dos veces al mismo río, a la que vuelvo ni el río es el mismo, ni yo soy el mismo".

         El trabajo en banca había cambiado radicalmente, ya había empezado la crisis y ni a los que gustaba la banca se sentían a gusto endosando seguros y preferentes por telemárketing. Ya no se hacían hipotecas ni líneas de descuento, pero siempre había tres o cuatro campañas porculeando. 

        Por mi parte, aunque mantenía el "Din", había perdido el "Don". Uno de los precios a pagar por irme de excedencia fue tener que renunciar a mi cargo, con lo cual, aunque mantenía basicamente el mismo sueldo, pasaba a estar en caja, cosa que tampoco me importaba por otra cosa que por ser más aburrido si cabe. 
     

        Después de dos años tan intensos, la vuelta me resultó intragable. Ya no era el mismo. Ni lo volvería a ser. Veía de otra manera a mis compañeros, y a mi mismo. Me quedaba claro que tenía  una distancia insalvable hasta una actitud mental que me permitiera continuar.
        Creo que cuando pasamos muchos, muchos años haciendo lo mismo, llega un momento en el que te ausentas emocionalmente. Es como si te volvieras un autómata, con una reacción para cada circunstancia. Como si tu hibernases dentro. Y así vives los días sin echarles vida, sin siquiera generar recuerdos. 

        Coincidió por esta época que murieron dos de las personas más importantes para mi. Primero Juanjo de Tailandia, compañero de viajes e inquietudes, que se fue trágicamente, superado por la vida. Después se fue Pilar, mi novia, o lo que fuera, a los 24, a los 26, a los 29, a los 37... y siempre mi amiga después de una vida juntos. Siempre llena de proyectos e ilusiones, se agarraba a la vida y luchó hasta el final en su guerra perdida contra un tumor cerebral. Uno quería irse, la otra quería quedarse. Al final se fueron los dos. Y al final nos iremos todos. 

    Cualquier día se acaba la vida. Y se acabó.  O la salud. Ni por asomo estaba dispuesto a seguir con esa rutina otros veinte años. Qué sentido tendría una vida así?  De mi empleo sólo mi sueldo me importaba. Pero cómo prescindir de él? Tenía que encontrar la forma de ser financieramente independiente, es decir, conseguir las rentas necesarias para a partir de ese momento ser libre para trabajar o para no hacerlo. Pero cómo?
Dinero cayendo del cielo

 
LA ECONOMIA

    Ser financieramente independiente está al alcance de cualquiera que tenga unos ingresos. A mi nadie me ha regalado nada, vivo de lo que he ganado en 20 años trabajando. Miento en realidad. Vivo de lo que gana lo que he ganado. Cualquiera puede llegar, antes o después, a cubrir sus gastos con sus rentas. Es cuestión de paciencia y disciplina.

       Cuando leo los libros de tipo autoayuda financiera, los que te explican cómo llevar tu propia economía, siempre me pasa lo mismo. Los leo y digo: "Si, justo lo que yo hago!". Vive como los auténticos ricos!. Eso no es derrochar en lujos y otras cosas que no necesitas. Consiste en gastar menos de lo que ingresas, y lo que ahorras invertirlo en activos que te den ingresos. Así cada vez tienes mayores ingresos y puedes gastar  más y ahorrar más. 

    Cuando volví de mi excedencia me di cuenta de que apenas había bajado la cuenta corriente. Antes de irme había alquilado mi casa y garaje, y había comprado acciones para recibir dividendos. Estas rentas casi habían cubierto mis viajes. 
   Ya de vuelta mis gastos no eran muy grandes, y no estaba lejos de poder generarlos. Y si alquilaba mi casa me daba para mucho más. 

   De esta forma las rentas eran cada vez mayores, y así en los últimos años llegué a ahorrar más que el importe de la nómina. Tantos años sin gastar en coches caros ni en pañales tenían que servir para algo! 

    No necesito mucho, no me atrae el lujo ni el consumismo, y por eso necesito menos que otros para llegar a este punto: ser financieramente independiente. Casi seguro que en el futuro volveré a trabajar alguna vez, pero no creo que lo necesite.  No tengo coche, apenas tengo dinero, pero si tengo unas rentas suficientes. 

Nadie me ha regalado nada, y no tengo duda de que cualquiera puede llegar, antes o después, a ser financieramente independiente. Tampoco tengo dudas de que nadie me cree 
cuando digo esto. Si alguno está interesado puedo explicárselo con detalle. 

  EL DILEMA

      Contaba Goethe que Fausto le compró al diablo su juventud. Yo, por contra, se la vendí. Al diablo también, y por dinero. 

     Cumplír años es bueno. Lo jodido es no llenarlos de vida.
      No digo que el mío sea el camino correcto. Cada cual tiene su camino. Necesitamos empleados que se queden en su sitio para que el mundo siga girando. Algún compañero me ha dicho que admira mi valor. Creedme si os digo que yo admiro el suyo, el que me haría  falta para quedarme. 

           El camino hasta la puerta de salida no fue fácil. No entrare  en pormenores, pero mas de una mierda pisaron mis zapatos de ir a trabajar, que diría Sabina. 

           Afortunadamente, y como decía Coelho en "El alquimista", el universo conspira para que encontremos nuestro camino, y en mi caso todo confluyó para dar el salto. 

         Un salto que me hará tener mucho menos dinero, pero más caminos, paisajes y personajes, cielos estrellados, aventuras, idiomas, sensaciones, lugares que sentir como propios...

       Para mi está a punto de empezar el verano. Creo que éste va a durar muchos años...






 Imágenes cortesía de /FreeDigitalPhotos.net

5 comentarios:

Paco Navarro dijo...

Estimado señor: como fan suyo que soy, y fiel seguidor de sus andanzas desde mucho antes de la época del malogrado Fotolog, quiero expresarle mi alegría por volver a saber de usted. No obstante, creo que hay un error en las fechas. Si no recuerdo mal, usted pidió su excedencia en octubre o noviembre de 2006, y no en septiembre de 2007. ¿Puede aclararme este punto?

Atentamente

Chapulín colorado dijo...


Anda, pues es verdad, fue en el 2006! Me has pillado quitándome años!
Bienvenido por aquí.

Patri dijo...

Estaba claro, este momento te iba a llegar. Ahora disfrutalo y sé feliz. Y cuando no te lo creas pegate un pellizquito, es verdad todo!!

Pilar Jarque dijo...

Hace bastantes años empezaste a comentarme esta idea, tras otros tantos de estar mascándola tú solo sin atreverte siquiera a traducirla a palabras. Te confieso que al principio me parecía una locura e intentaba quitártela de la cabeza. Dejar tu trabajo, y encima un trabajo ese horario, seguridad y salario... Ya se te pasaría... Pero no, luego me di cuenta que estabas viviendo a medias, y que tu felicidad pasaba por un cambio de vida. Como tú mismo dices, vivimos y planificamos como si todos fuéramos a vivir hasta los 80 años, y cuando por fin eres dueño de tu tiempo los años buenos han pasado... eso si llegamos. Por tanto, enhorabuena y adelante. A vivir, a disfrutar, a viajar, a conocer, a sentir... FELICIDADES!!!!

Nacho Rodrigo dijo...

Bravo, Josan en estado puro!
Felicidades, no dejaré de seguirte, de dejarte ganar alguna que otra vez al ajedrez, y espero ser tu primer cliente cuando montes un bed&breakfast o una esculea de surf en las Seychelles...

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